La berracada del día

    Aunque en anteriores post se ha traslucido sutilmente si por sutil entienden la visión de la Falange de la derecha mi profunda depravación, no es sino en éste y los que le seguirán que daré rienda suelta a la misma. Hoy lo hago mediante la corrupción de la mítica frase final de Blade Runner que de tan vista ya cansa. Por eso modifico el contenido pero manteniendo toda su hermosura haiku o lo que es lo mismo: uso la estructura original y reviento por completo su lirismo cual gunsandrosiana versión de Dylan.

...Me han hecho cosas que no creeríais: Sadocoprozoofilia Gay más allá de la muerte. He sentido puños de goma cosquillear a las puertas de mi píloro. Todas estas cerdadas se perderán como...semen...en la boca. Es hora de irse. Ahhhhgg.



La hostia, no me puedo creer que sea rojo.

Putrículas: Machete

    Aquí les dejo mis impresiones filmadas sobre esta película. Les aseguro que todo lo que diga es poco comparado con la cutrez del film y que me quedan por escribir líneas y líneas de exabruptos sobre el mismo. Sin embargo voy a apostar por mi habitual inclinación al vaguerio y habrán de conformarse con el vídeo.




  

Pues a mí me gusta la ley Sinde

    
    Hoy voy a hacer de abogado del Diablo y a tratar de justificar una ley que la mayoría de internautas españoles consideran injusta. Y lo hago yo, que soy más bucanero que los Village People. Pero una cosa bien distinta es que la piratería nos beneficie a nivel personal y se haya asentado en nuestras vidas y otra que sea un derecho defendible.


    Para empezar voy a hacer algo que no se estila mucho hoy en día: lejos de adoctrinaros de entrada voy a explicar breve y objetivamente en que consiste la ley para luego lavaros el cerebro sin compasión. Si preferís el método clásico porque eso de razonar las cosas está sobrevalorado y es más fácil que lo haga otro por vosotros podéis simplemente pasar al siguiente punto.

¿EN QUÉ CONSISTE LA LEY?

    La conocida como ley Sinde es en realidad uno de los apartados de la Ley de Economía Sostenible, que es un ladrillo importante que como buen ciudadano español que soy no pienso leer, titulado como Disposición Final Cuadragésima tercera que deroga y modifica las leyes preexistentes al respeto con el fin de salvaguardar los derechos de la propiedad privada. A tal fin, se crea la Comisión de la Propiedad Intelectual que depende del Ministerio de Cultura y que se subdivide en 2 secciones:
  • La Sección Primera se encarga de las funciones de mediación y arbitraje y básicamente nos importa una mierda en este artículo porque su función es la de dirimir contenciosos entre distribuidores  y de éstos con los consumidores. Ésto me la resbala porque la única relación mantengo yo con los distribuidores es con mi camello de confianza y nunca tenemos disputas más allá de cuando lo apuñalo consumido por el mono para androjarme porque ya no me queda nada más que robarle a mi madre y a mis vecinos para pagarme el vicio.
  • La Sección Segunda es la que nos preocupa de verdad porque es la que va a hacer que para conseguir los éxitos de Pepe Benavente tengamos que pasar por caja. Esta sección demoníaca tratará de evitar que los benevolentes proveedores de contenidos que no les pertenecen se lucren directa o indirectamente con los mismos o que causen perjuicio patrimonial a la infernal compañía que los ha producido con su dinero. 
Nunca se me había pasado por la cabeza que ESTO pudiese costar dinero.

    Todo esto nos conduce al siguiente mecanismo para chapar nuestro top manta virtual nuestra página web:
  • La maléfica poseedora de los derechos denuncia a la Comisión a las páginas que contienen o enlazan sus contenidos sin su consentimiento y mucho menos haberles pagado.
  • Antes de iniciar procedimiento le envía un requerimiento al demandado para que retire los contenidos que vulneran el copyright en un plazo de 48 horas. También puede realizar las alegaciones y presentar las pruebas que determine oportunas. Todo esto suena muy ilegal.
  • Ésta, tras una serie de plazos para que ambas partes presenten pruebas, decide si se están vulnerando los sobrevalorados derechos de propiedad intelectual y dicta resolución. A este proceso se accede mediante autorización judicial.
  • Finalmente remite su decisión a un juez para que la ratifique.
    Tras esto se evidencian dos cosas: La primera es que no tengo ni puta idea de leyes y que es mejor que se lean la ley original si quieren enterarse de algo y la segunda es que ciertamente se provee a la Sección Segunda de unas atribuciones muy poco perfiladas que pueden llevar a un uso indebido de la misma. ¿Significa esto que haya que abolir la ley? No, simplemente exigir el vago de mierda del legislador concrete un poco más para evitar vacíos legales. También es cierto que el recorrido de esta ley hasta ser aprobada ha sido bastante tortuoso y que poco o nada tiene que ver la redacción final con aquélla con que salió por primera vez al mundo pero en eso consiste el sistema parlamentario y las sociedades democráticas. El resultado final es a priori, por lo menos en cuanto a procedimiento y legitimación del mismo, bastante aceptable.

¿POR QUÉ NO ES TAN MALA COMO LA PINTAN?

    Para responder esta pregunta hemos de profundizar un poco en nuestras respectivas psiques de filibustero y transformar el cerril "Arrg, ¡Qué me cierran Vagos!" por un más cívico "¿Y qué derecho tengo yo a bajarme las cosas gratis?". Debemos extrapolarnos al hecho de haber venido pirateando largos años hasta familiarizarnos con el delito y acercarnos a esta disyuntiva sin prejuicios. Cerrarse en banda a una opinión, negando todo diálogo, es evidencia de falta de convicción.

    Para descalificar a la ley se han utilizado todo tipo de argumentos y por eso paso a enumerarlos uno a uno para evitar el cacao mental en que se ha convertido la disputa:

  • Descargando no le hago daño a nadie: Falso. Dañas a las compañías que invierten su dinero en generar los contenidos y haces que sus negocios sean menos rentables puesto que contraes su mercado potencial. Reduciendo los beneficios de la industria, provocas la caída de las pequeñas compañías y entorpeces la innovación y la irrupción de ideas nuevas ya que se apuesta solamente por aquéllo destinado a un público mayoritario. Ante este tipo de tesituras, las empresas tienden a concentrarse y optimizar sus estructuras, lo que hace que muchos puestos de trabajo sean innecesarios y por tanto se destruyan.
  • Me bajo el juego/película/disco/porno y si me gusta me lo compro: Aquí cada uno con su conciencia, pero lo más probable es que después de haber hecho uso del contenido está determinación se debilite. Además tampoco es justa: el pago es por el contenido, no por el disfrute del mismo. Si yo no pagase a todos aquéllos que me prestan un servicio que termina por no gustarme la prostitución transexual desaparecería en España.
  • Si no me lo bajase tampoco me lo compraría por lo que no daño a nadie: Falso. Hay gente que no compra absolutamente ningún contenido audiovisual y que sin embargo hace un uso intensivo de los mismos. Si no le interesasen tampoco se los bajaría: yo no masturbo ancianos en el metro aunque sea gratis. Al que se baja cosas regularmente es indudable que le gustan y si tuviese que pagar por ellas seguramente terminaría por adquirir alguna. Además, si no tuviese dinero dejaría de estar pegado al ordenador y pensaría en hacer algo más productivo a la sociedad que trolear en los foros del Marca.
  • La industria es malvada y se aprovecha de nosotros: Verdadero. Sin embargo ésto no nos da derecho a robarles. Las compañías establecen el precio de los productos en base a lo que el consumidor está dispuesto a pagar por ellos. Nuestro mecanismo para presionarlas es bajar la demanda, boicotear sus productos, pero queda cortocircuitado con la piratería. Las cifras de descargas ilegales son esgrimidas por las compañías para justificar la no bajada de precios puesto que demuestran que la demanda existe. Gracias a ustedes la SGAE se las trae de víctima para sodomizarnos a todos.
  • Lo que yo hago es una copia y por tanto no estoy robándole nada a nadie: Falso. El derecho a copia es para uso personal a fin de no degradar el original o para proveernos de un divertido suministro de posavasos. Aunque no esté perfectamente explicitado, las compañías nos venden una licencia individual del producto del que ostentan la propiedad intelectual. Además, copiando dejas de ser un comprador potencial: no lo niegues, bajándote algo demuestras el interés que te suscita. Todos estos problemas legales surgen de la naturaleza de lo digital y de su fulminante evolución, que ha planteado situaciones para las que la ley no tiene respuesta. Pongamos un ejemplo analógico para entender mejor el perjuicio a las compañías: Imagínense a un pastelero. Éste elabora unos lazitos y los coloca en el escaparate de su establecimiento. Para hacerlos ha gastado tanto materia prima como su tiempo y, puesto que ambos valen dinero, lo hace para lucrarse. Pueden imaginarse que el panadero es malvado o que cobra excesivamente por sus productos pero esto no alteraría la metáfora. Ahora imagínense que ustedes van caminando por la acera y se encuentran frente al escaparate de la panadería y que por supuesto les encantan los lazitos como a un cerdo revolcarse en su propia mierda. En la vida real no tendrían más alternativa que entrar y pagar por ellos si quisiesen comérselos, pero fantaseen ahora con la idea de que pudiesen copiarlos. Disfrutarían del trabajo del panadero y no le pagarían nada a cambio. Si lo hiciesen sólo ustedes y la demanda de lazitos fuese elevada no pasaría nada, pero como culo veo culo quiero, todos los comedores de lazitos empezarían a copiarlos y ya no se venderían. La primera consecuencia sería que el panadero dejaría de hornearlos, pero como le habrían cogido gusto a eso de copiar harían lo propio con el pan y los pasteles y si me apuran hasta con el panadero, su señora y su hija y al final el buen hombre tendría que cerrar el negocio. Ustedes ya no tendrían lazitos que comer y el panadero y los 3 rumanos ilegales que trabajaban para él tendrían que dedicarse a adornar las oficinas del INEM.
  • Las páginas con contenidos ilegales no se lucran con ellos: Falso. En primer lugar postear contenidos gratuitos que se benefician para más inri de las vías publicitarias con que los respaldan sus legítimos propietarios incrementa enormemente la afluencia de visitantes. Esto es algo contra lo que no puede competir una página con una caca en el logo y que sólo puede ofrecer un tocho de texto para leer y cuatro fotomontajes cutres. Yo genero contenido aunque sea una mierda y no me visita ni el tato y otros enlazan material que no les pertenece y revientan el contador de visitas. Y, cuantas más visitas, más ingresos publicitarios. En ésto la mierda salpica hasta al mismísimo Google: el aumento del flujo de consultas y del tráfico por sus servidores les reporta su mayor fuente de ingresos que no es otra que la publicidad. Ésto en el caso de los torrent, porque en el de los ftp, se recompensa a quienes suben contenidos a sus servidores en base a la cantidad de descargas que registran. En teoría no se puede almacenar material protegido por copyright, pero como cualquiera de ustedes sabrá son enormemente reacios a difundir el listado de lo que albergan y mientras deciden si suprimen algo o no se lo bajan unos cuantos millones de personas.
  • Enlazar contenidos ilegales no es un delito: Falso. En primer lugar, aquéllos que postean los links son sus creadores: sólo hay que ver como se ponen si te atribuyes tú los enlaces. En segundo, aunque utilicen este tipo de argucia legal siguen colaborando en un delito de difusión de contenido ilegal. Es como si yo les preguntase por un sicario para matar a mi mujer y ustedes me dijesen que su cuñado estaría dispuesto a hacerlo por un bocadillo y una tapa de calamares o como si ustedes regentasen una tienda de radio-cassettes robados. Ustedes se enriquecen con una mercancía de la que conocen su origen ilícito.

 
Mazinger respondiendo a la pregunda de un sacerdote irlandés de dónde estaban los monaguillos.

  • Ver cine es más cómodo en casa: Depende. Aquí poco tengo que añadir a lo dicho por Carles Torras en Días de Cine: "Ir al cine es como hacer el amor y verlo en tu casa en el ordenador es como masturbarse". Ante toda esa gente que, ya sea porque son unos vagos de mierda o unos agorafóbicos, que prefieren ver una película en un screener cutriento o mutilada por la publicidad en la televisión no puedo más que decir que respeto sus gustos de mierda aunque no los comparto. Las distribuidoras no son ajenas a todos estos usuarios pero se encuentran, tanto las tradicionales como las creadas específicamente para la web, conque han de competir con páginas que ofertan contenidos gratuitamente. Volvamos a la historia de nuestro panadero cual Rajoy con su dichosa niña: Nuestro desdichado protagonista decide emigrar para ganarse la vida a un país con mayores oportunidades, digamos por ejemplo Francia. Al llegar, decide abrir una panadería porque tiene unos ahorros de robar un banco y además es lo único que sabe hacer. Para levantar el negocio ha de enfrentarse a una serie de gastos fijos tales como: los costes de la harina y vete tú a saber que más cosas con que hace los pasteles, la carga impositiva y los salarios de los empleados que se han encarecido porque allí está mal visto eso de contratar irregulares y mucho más no pagarles. Pero el verdadero quebradero de cabeza de nuestro pastelero es una panadería mágica situada en la misma calle. En ella las materias primas de la mejor calidad surgen de un vórtice espacio-temporal, los panaderos son un par de duendes que no conocen eso de los convenios colectivos y no se pagan impuestos simplemente porque está fuera de la ley y no han pedido permiso a nadie para abrir el chiringuito. Así que, ante un competidor que oferta gratuítamente sus productos y recibe sus ingresos de otros conceptos no sirven de nada la innovación de nuestro pastelero, el que baje el precio hasta rozar el beneficio 0 y mucho menos el que ofrezca de regalo, previo rellenado de una cartilla, productos ignominiosos con el emblema del Real Madrid.  Nuestro pastelero, harto de la vida y de las paranoias a que lo somete este humilde cuentacuentos, decide acabar con su vida en la amasadora de pan. Las consecuencias no se hacen esperar: cuando se descubre que el vórtice espacio-temporal de la pastelería rival comunicaba con el almacén de la de nuestro infortunado ya es demasiado tarde y la venta de bollería se va a la mierda, en segundo lugar los proveedores tanto de harina como de serrín y pilas gastadas pierden a uno de sus mayores clientes y comienzan a dedicarse al tráfico de armas para cubrir las pérdidas, el estado deja de percibir los impuestos de nuestro panadero que sería rácano y falsearía las cuentas además de irse de putas como todo pequeño empresario pero contribuía al mantenimiento de las instituciones estatales y al capital para ayudas y subvenciones y finalmente, y no porque no haya más afectados sino porque ya no se me ocurren más payasadas, dejaría en el paro al pequeño transportista que distribuía cucuruchos para helados y nata montada a pequeños supermercados, bares y prostíbulos.

Aquí tenemos a un duende de la panadería mágica duplicando los lazitos inspirados en el logo de esta página.
  • La ley atenta contra la libertad de expresión: Verdadero. Pero por el simple hecho de vivir en sociedad ya vemos mermados nuestras libertades. Por ejemplo: Cuando paseo por la calle y veo a una muchacha atractiva desearía lanzarme sobre ella y poseerla furiosamente sobre la acera pero, como es delito, tengo que cortejarla para conseguir lo que quiero. Lo que en la naturaleza sería un si te he visto no me acuerdo, en sociedad se traduce en una hipoteca, chiquillos y depresión crónica. Vivir en sociedad implica ceder parte de nuestra libertad en pos del bien común y el establecimiento de una serie de principios inamovibles sobre los que edificar nuestras vidas. Puede que ustedes estén o no de acuerdo con el capitalismo, pero es el sistema económico en que nos toca vivir y en él para comer hay que ganar dinero. Si todos piratean los generadores de cultura no ganan dinero y, en consecuencia, no comen con las funestas consecuencias que esto tiene para el cuerpo. Si no les gusta que esto sea así, levanten el culo de sus sofás y descubrirán que la ley Sinde es el menor de sus problemas.
  • Existen presiones extranjeras para que adoptemos la ley: Verdadero. Como ha destapado wikiLeaks ha existido una gran presión diplomática sobre España para endurecer su reglamentación respecto a la propiedad intelectual. Como siempre todo lo que huela a Estados Unidos huele mal pero en este caso no hay nada que reprocharles más allá de la injerencia política. Como mayor productor mundial de contenidos audiovisuales es lógico que trate de hacer valer sus derechos en el extranjero, especialmente cuando en nuestro país la legislación era prácticamente inexistente.
  • No se puede cobrar por la cultura: Falso. Los generadores de contenidos dedican a esta actividad, como es lógico, todo su tiempo. Es su actividad profesional y por tanto es lógico que sean retribuídos por el ejercicio de la misma. Si quieren formas de ocio y cultura gratuíta tienen otras muchas que no cuestan nada: tanto aquéllos contenidos cuyos derechos han expirado y son de dominio público como actividades tan gratificantes y gratuítas como follar excepto que se vayan de putas, pasear, sumarse a las brigadas yihadistas, charlar con los amigos, dedicarse a la ultraviolencia, charlar con las amigas que se quiera follar y un sinnúmero de actividades. Nadie se muere por no ver una película o dejar de oír un disco. No son productos de primera necesidad y si disponen de un sueldo, cosa difícil hoy en día, pueden permitirse su consumo aunque de manera mucho menos voraz. La cantidad de contenidos que adquieran dependerá de la importancia que les den a los mismos. Ya conocen el clásico "en la vida no se puede tener todo".
  • Los autores cobran una miseria por sus obras: Verdadero. Lo que no quita que este sea un argumento lamentable para defender lo indefendible. Ya sabemos que las distribuidoras son malas y que la SGAE reparte lo que recauda como le sale de la polla pero este no es un asunto que nos concierna a los consumidores. Este es un problema de los autores y son ellos quienes han de resolverlo. Yo tampoco siento simpatía por este tipo de empresas pero son necesarias. Sé perfectamente que en el mundo actual los creadores pueden distribuír directamente sus contenidos y percibir la cantidad íntegra que paga el usuario pero así dejaría de ser una industria. Creo que ya hay bastante desempleo como para destruír toda una estructura de la que dependen numerosos puestos de empleo para hacer millonarios a cuatro autores. Eso sí, no niego que la parte del pastel que les toca actualmente es a todas luces insuficiente.

    De este tocho de texto se deduce que estoy enfermo y ampliamente reprimido y otras cosas que sólo admitiría en presencia de mi abogado, pero también que, tumbando la mayoría de argumentos que esgrimen aquéllos que se agarran a cualquier excusa como a un clavo ardiendo para cerrarse en banda a la ley, he expuesto sobradamente mi punto de vista. 

    La tan denostada ley Sinde simplemente pretende llevar las cosas al camino del que nunca debieron apartarse. Es de sabios el rectificar y el admitir las propias faltas; lo que hacíamos ahora, aunque no lo parezca, es delinquir. Puede que no podamos ver 5000 películas al año, escuchar todos los éxitos de Manolo Escobar y esta lista entera, jugar o todo cuanto puto videojuego sale aunque sepamos de antemano que es una mierda o leer chorrocientosmil cómics y ver tropocientasmil series para aumentar nuestra cultura friki y fardar ante otros inadaptados, pero quizás empecemos a disfrutar las cosas y a darles el valor que realmente tienen.
 
    Ahora, cual Rajoy en un debate, les recuerdo a nuestro panadero putero, explotador y adulterador de la materia prima, pero trabajador a fin de cuentas. Hagan uso de esa cualidad tan humana que es la empatía e imagínense por un instante que ustedes son él. Seguro que no les gustaría que viandantes copialazitos y establecimientos mágicos explotaduendes les jodiesen el negocio porque así como algunos cobran, y por tanto comen por limpiar escaleras, trabajar en la Meristation hacer críticas bajo soborno, casarse con gente que sólo quiere los papeles, hacer de mujer-florero para el jefe, insertar penes de animales en otros y esporádicamente en uno mismo, hacer de hombre-florero para el jefe, lamer culos, intimidar a pequeños comerciantes, dejarse su vida y su salud en una ocupación que les da cuatro duros pero que hacen ricos a otros por tocarse el nabo, vender consoladores y tupperwares a domicilio, hacer creer a la gente que te interesan sus problemas y que por tanto has de ser su presidente y un sinnúmero de trabajos más, ustedes cobran por engordar a base de pasteles a la gente y son una parte más de la humanidad que existe por una demanda de la misma y que permite que esta máquina herrumbrosa que llamamos sociedad siga funcionando.

    Lo que les pido es un ejercicio de coherencia: La piratería es inadmisible se mire por donde se mire y que resulte anónima y sumamente fácil de ejercer no evita que constituya un atentado sino contra la ley si contra la justicia. Si la ley Sinde no les gusta, algo que puedo admitir, propongan otra más equilibrada o mejor redactada pero siempre con miras a acabar con esta lacra.


Rajoy tratando de imaginarse a nuestro panadero.